Howard Gardner: "Educación artística y desarrollo humano" es una obra reveladora que nos sumerge en la mente brillante del reconocido psicólogo y educador Howard Gardner.
En este libro, Gardner explora la importancia de la educación artística en el desarrollo integral de las personas y su capacidad para potenciar las habilidades cognitivas, emocionales y sociales.
Gardner, conocido por su teoría de las inteligencias múltiples, nos brinda un análisis profundo y detallado sobre cómo las artes desempeñan un papel fundamental en el crecimiento humano. Desde la música y la danza hasta el teatro y las artes visuales, el autor demuestra cómo la participación activa en las artes puede promover la creatividad, el pensamiento crítico, la expresión personal y el autoconocimiento.
A lo largo del libro, Gardner nos guía a través de ejemplos concretos y estudios de caso que respaldan su argumento central. Nos muestra cómo el estudio y la práctica de las artes no solo enriquecen nuestras vidas, sino que también tienen un impacto significativo en el aprendizaje y el desarrollo de los estudiantes en todas las etapas de su educación.
Una de las fortalezas de esta obra es la forma en que Gardner integra su sólida base teórica con ejemplos prácticos y experiencias reales. El autor no se limita a la teoría, sino que presenta ejemplos de cómo la educación artística ha transformado vidas y comunidades enteras. Esto hace que el libro sea accesible y relevante para educadores, artistas y cualquier persona interesada en comprender el poder de las artes en el desarrollo humano.
Además, "Howard Gardner: Educación artística y desarrollo humano" ofrece reflexiones y propuestas concretas para mejorar la educación artística en los sistemas educativos. Gardner aboga por un enfoque holístico que valore y promueva la diversidad de habilidades y talentos de los estudiantes, y propone estrategias para integrar las artes de manera efectiva en el currículo escolar.
En resumen, este libro es una lectura imprescindible para aquellos que buscan comprender en profundidad la importancia de la educación artística en el desarrollo humano.
Howard Gardner nos brinda una visión inspiradora y convincente sobre cómo las artes pueden moldear y enriquecer nuestras vidas, y cómo podemos aprovechar su potencial para fomentar un crecimiento personal y social significativo.
A continuación te invito a leer algunas citas interesante de este libro.
Platón consideró peligrosa la educación en las artes para los fundamentos de la sociedad; los dirigentes religiosos y políticos proporcionaron (y finalmente retiraron) su ayuda a los talleres de los más talentosos artistas durante el Renacimiento; los gobiernos totalitarios del siglo XX se inmiscuyeron inmediatamente en las aulas donde se impartía la enseñanza en las artes; e incluso en las sociedades democráticas se plantean debates acalorados y sin solución acerca de si los fondos públicos deben utilizarse para respaldar las escuelas de arte, especialmente en el caso en que los estudiantes producen obras que ofenden las costumbres sociales o políticas de segmentos de la comunidad.
Piaget tomó en serio la proposición rousseauniana según la cual los niños no son simplemente “estúpidos” o no están tan bien informados como adultos. Más bien, desde una época temprana en su vida, los seres humanos muestran sus propias formas particulares de descifrar su ambiente, sus propias concepciones acerca del mundo.
Según el nuevo núcleo teórico del desarrollo, el crecimiento refleja una compleja interacción entre las predisposiciones genéticas y las oportunidades medioambientales, cuyo resultado puede percibirse en una forma un poco diferente en distintos marcos, pero que en cualquier acontecimiento mostrará determinadas propiedades fundamentales.
Algunas culturas ponían en primer plano habilidades de imitación o estilos cooperativos de aprendizaje, mientras que otras culturas alentaban comportamientos exploratorios o formas más competitivas de dominio.
La escuela familiariza al individuo con una nueva clase de contexto “desmontado”
Tres aspectos de la competencia de los niños en las artes visuales: la percepción, la conceptualización y la producción.
Las facultades sensoriales y perceptivas de los niños se desarrollan mucho más rápidamente durante la temprana infancia.
Los niños que carecen relativamente de tutela pueden aprender, al igual que el estilo, los aspectos de la expresión, de la composición, de la metáfora, de la textura y del equilibrio, con tal que las alternativas se tracen claramente, se modelen algunos ejemplos positivos, y/o los sujetos tengan la oportunidad de familiarizarse con el contenido y con el paradigma experimental.
Recuerdo la frase de Isadora Duncan, célebre por la agudeza de su ingenio: “Si pudiera decirlo, no lo tendría que bailar”.
Las escuelas empezaron a existir hace unos pocos miles de años principalmente a fin d permitir a las personas jóvenes de una cultura dominar algunos de los “ámbitos no universales”. Antes de esa época, la educación tenía lugar ampliamente en casa o en la vecindad del propio hogar, donde los niños observaban a los adultos en su trabajo y se les introducía con prontitud en las actividades diarias reales como ayudantes. En un punto histórico determinado, se hizo evidente que la prosperidad —y quizá incluso la supervivencia— de la comunidad dependía de la consecución de la alfabetización por lo menos por parte de algunos de sus miembros; una nueva forma institucional se hizo entonces deseable. (Hoy, tendencia análogas pueden estar desplegándose en relación con la alfabetización relativa a los ordenadores). Fuera como fuera, nacieron en todo el mundo diferentes variedades de escolarización.
Fuera del marco de la escuela, los individuos aprenden habilidades y cuerpos de conocimiento en contextos ricos, sustentadores y esencialmente “naturales”, en los que la información es sumamente redundante y el feedback inmediato y normalmente muy apropiado. En cambio, en el interior de la mayoría de los marcos escolares, el acento recae directamente en el aprendizaje de la información separada del contexto en el que es probable que se utilice.
La comprensión notacional existe bastante separada de las formas de conocimiento anteriores y más primarias con las que no está integrada.
¿Qué se puede hacer para minimizar la disyunción entre las formas de conocimiento o, dicho de otro modo, hacer más alta la integración entre estas formas diversas? Existe un consenso emergente según el cual los método más prometedores implican el “aprendizaje situacional”. Cuando los estudiosos encuentran las diversas formas de conocimiento operando conjuntamente en una situación natural, cuando ven adultos que dominan cualquier ámbito de actividad práctica retrocediendo y avanzando espontáneamente entre estas formas, cuando se encuentran involucrados en proyectos ricos y atrayentes que invocan una variedad de modos de representación, cuando cuentan con la oportunidad para interactuar y comunicarse con individuos que dan muestras de formas de aprendizaje complementarias, todas estas situaciones son las que facilitan un idóneo alineamiento entre las diversas formas de conocimiento. Suele ser en el curso de la adquisición de una habilidad compleja y de alto nivel cuando se produce esta combinación del modo más ecológicamente razonable. Por otro lado, en la medida en que cada forma la piensan separadamente individuos que no están seguros de la relación entre estos dos modos, las posibilidades de que aparezcan las formas mas de un conocimiento integrado continúan siendo, en realidad desoladoras.
Dado el presente consenso según el cual la educación artística debiera extenderse más allá de la “autoexpresión”, se plantea la pregunta acerca de qué formas de educación son posibles y cuáles son deseables, y de qué modo tales formas se podrían realizar mejor.
Producción, percepción y reflexión - las tres componentes que consideramos fundamentales en toda la educación artística.
Se encuentran pruebas convincentes de que los estudiantes aprenden de manera eficaz cuando se ven comprometidos en proyectos ricos y significativos; cuando su aprendizaje artístico está anclado en la producción artística; cuando hay un intercambio fácil entre las diversas formas de conocimiento, incluyendo las formas intuitivas, artesanales, simbólicas y notacionales; y cuando los estudiantes gozan de una holgada oportunidad para reflexionar sobre su progreso.
Super! Lo tendré en mi lista de libros por leer. Gracias Vadim por la recomendación...