¿Los aficionados pueden practicar ballet clásico?
He recibido algunas críticas sobre mi programa de ballet para adultos. Muchos profesionales me han comentado que la danza clásica es solo para profesionales, que no pueden dedicarse al ballet los aficionados.
Acepto este punto de vista, pero también tengo otra visión.
Sin duda, la danza clásica es un arte muy especial y muy complicado y se requieren muchas capacidades y habilidades. Para ser un bailarín profesional tienes que iniciar tu carrera entre la edad de 8 a 11 años y tener las aptitudes físicas requeridas.
Estoy totalmente de acuerdo que los adultos o niños aficionados en su mayoría no tienen las capacidades físicas requeridas para el ballet, entonces no pueden desarrollar la técnica de igual manera como los profesionales. Pero pueden aprender y practicar la danza clásica no para ser bailarines profesionales sino para otros fines.
A continuación me gustaría explicar porqué y cómo inicié a desarrollar la metodología de ballet para adultos.
Hace muchos años tuve una experiencia muy particular que mi hizo reflexionar sobre el arte y su significado en nuestra vida.
Cuando era joven y empezaba a impartir clases de danza, conocí en una reunión a una persona que me invitó a dar clases de ballet para sordos. Al principio me pareció una locura.
No es posible imaginar la danza y el ballet sin música.
"¿Cómo las personas sordas podían aprenderlo?
¿Cómo se expresarían e interpretarían la música si no tienen ni idea que es un sonido?"
Fue lo que pensé en un principio y expresé mis dudas acerca de la enseñanza de la danza a sordos. Al día siguiente recibí una invitación al festival de canto y danza de sordos. Este festival se organiza en Rusia cada año y se llama “Los brazos cantando”. Acepté la invitación y fui a verlo.
Ahora me da pena decirlo, pero en ese momento pensé que sería algo aburrido, algo sin sentido, ¿los sordos cantando?
Llegué al teatro que estaba lleno de gente, la mayoría eran sordos y estaban acompañados por amigos y familiares. Había mucha gente feliz y sonriendo. La primera parte del evento empezó con la presentación de cantantes solistas, quienes cantaron en el lenguaje de señas. Me quedé impactado.
Nunca hubiera podido imaginar que se puede cantar sin voz y que se pueden expresar tanto las emociones de esa manera.
Fue un recital fantástico. En la segunda parte, participaron los cantantes y bailarines sordos. ¡Nunca me lo hubiera imaginado!
Los bailarines que no tenían ni idea que es el sonido (la mayoría nacieron sordos) bailaron con tanto ritmo y profesionalismo, que no podía creer que fueran sordos.
Yo que ya llevaba bastante tiempo bailando, daba clases y sabia lo complicado que era lograr la fusión entre la música y expresión corporal, me pregunté ¿cómo lograron hacerlo?
Los bailarines sordos no escuchan la música, pero pueden percibir el ritmo a través de otros sentidos. También mientras están bailando pueden observar a sus coreógrafos que les marcan el ritmo con las señas de manos.
En esa presentación los bailarines expresaron no sólo el ritmo, sino que bailaron y transmitieron la música y la melodía como si tuvieran la capacidad de escuchar…
Me emocioné tanto que en algún momento empecé a llorar.
No pude más. Lloré porque sentí mucha pena. Pena por mi mismo no por los bailarines y cantantes que estaban en el escenario.
Sentí en ese momento que el único sordo y mudo en el teatro era yo.
Era sordo porque no sabia escuchar la música y percibir el ritmo y la melodía, tanto como lo hacían los sordos. Era mudo porque comparando con los bailarines que estaban en el escenario yo me limitaba en mi expresión artística porque solo pensaba de la técnica. Me sentí frustrado. Nunca en mi vida vi tantas personas felices por su arte, ellos disfrutaban mucho lo que hacían.
No es secreto que a veces los profesionales nos olvidamos de la inspiración y nos concentramos más en la técnica, a diferencia de los sordos, que me enseñaron a no dejar a un lado la inspiración. Definitivamente la técnica es importante, es la base, pero la técnica debería ser el medio para la expresión artística.
El arte profesional, la formación de los artistas profesionales está caracterizado por excelencia y alto nivel técnico, pero también hay que abrir más posibilidades para los aficionados quienes quieren practicar y apreciar las bellas artes con otros fines como la expresión artística o como un proceso terapéutico.
El arte es mucho más que los artistas y espectadores.
Con esa experiencia también aprendí que nosotros mismos somos quienes nos ponemos límites y discriminamos a los que no son iguales a nosotros.
Fue una lección importantísima en mi vida. Aprendí que puede ser sordo quien escucha y un sordo puede escuchar más; que puede ser mudo quien habla sin expresarse y un mudo puede ser más expresivo que el que sabe hablar. Aprendí que practicar el arte es algo que debe ser abierto para todos y puede enriquecer a cualquier persona, de cualquier edad.
El arte y el ballet no tienen límites. El único límite está en nuestra mente.
Me parece muy bien que existan teatros y academias para la formación de profesionales de la danza clásica.
Pero no creo que sea correcto poner límites a los aficionados que quieran aprender esta disciplina para beneficiarse.
Al contrario, los aficionados son los mejores espectadores, las personas que respetan el arte y ayudan a promoverlo. No importa tanto la edad y las aptitudes físicas, mientras tengan pasión y amor por el arte todo es posible.
Wooow Vadim que lindo el festival de danza y canto de sordos, me cautivó!!! 😍 Me hicieron bailar, yo ahí tratando de imitarlos, se me puso la piel chinita. ☺️ Tantas formas de bailar y cantar que no te imaginas, vivimos en nuestro mundito ridículo creyéndonos escepcionales y un día aparece alguien y te enseña tanto...
Yo pienso que la música y la danza es para todos, desgraciadamente estamos acostumbrados a que nos digan que es o no para cada uno olvidandonos de nosotros mismos, de lo que nos nace del corazón y con lo que nos sentimos felices y hasta que no volvamos a conectar con nosotros y hagamos eso que nos pide el alma aunque vaya en contra…